sábado, 9 de diciembre de 2006

El Ratoncito friolero.

Érase que se era un ratón friolero que llegado el invierno le temblaba hasta el pelo Se vestía su bufanda sus botas y el pantalón y le castañeteaban los dientes grandes de roedor. Totalmente vestido se metía en la cama y aunque el sol saliese él no se levantaba. Solo pensar en la nieve le daba verdadero pavor imaginaba los copos cayendo y le entraba un sofocón -¡Es horrible el invierno! -repetía sin cesar. -¡Quiero que llegue el verano para poderme bañar! Pero el termómetro del cuarto cada vez más bajaba y todo su cuerpecito una y otra vez tiritaba. Mas un día de mañana, el día de Navidad escuchó unos cantos y oyó a mucha gente hablar Después de mucho esfuerzo se consiguió levantar y asomó su cabeza al invierno y solo pudo alucinar. ¡Qué maravilloso espectáculo el ratón pudo observar. ¡La sala estaba decorada preparada para la Navidad! ¡Un árbol y mil regalos! ¡Un gato y un bastón y un muñeco de nieve y otro muñeco glotón!

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