miércoles, 14 de marzo de 2012

LA ALONDRA CANTARINA Y SALTARINA VI

Cuando amaneció la volvieron a sacar de allí y tuvo que entregar el vestido dorado;
y como eso tampoco le había servido de nada, se puso muy triste, salió a un prado, se
sentó y se echó a llorar.
Y mientras estaba allí sentada se acordó del huevo que le había dado la luna y lo
cascó. ¡Oh! ¡De él salió una gallina clueca con doce pollitos enteramente de oro que
se pusieron a corretear a su alrededor piando y luego se metieron de nuevo bajo las
alas de su madre, que no se podía ver cosa más hermosa en el mundo entero! Ella
entonces se puso de pie y los hizo corretear por el prado delante de ella hasta que la
novia miró por la ventana y al ver a los animalitos le gustaron tanto que bajó
inmediatamente y le preguntó si no se los podría vender.
-No los vendo ni por dinero ni por bienes, pero sí por carne y por sangre. Dejadme
dormir otra noche en la cámara donde duerme el novio.
La novia dijo que sí y quiso engañarla como la noche anterior, pero cuando el
príncipe se fue a la cama le preguntó a su ayuda de cámara qué habían sido los
murmullos y los susurros de la noche anterior.
Entonces el ayuda de cámara se lo contó todo: que le había tenido que dar de beber
un somnífero porque una pobre muchacha había dormido en secreto en la cámara y
que esa noche le tenía que dar a beber otro. El príncipe dijo:
-Vierte la bebida al lado de la cama.
Y por la noche la llevaron otra vez dentro y cuando empezó a contar de nuevo su
aciago destino él reconoció enseguida por su voz que era su querida esposa, y saltó de
la cama y dijo:
-Ahora sí que estoy salvado de verdad. Estaba como en un sueño, pues la princesa
extranjera me había hechizado para que te olvidara, pero Dios me ha ayudado en el
momento oportuno.
Entonces los dos salieron a escondidas del palacio en mitad de la noche, pues
temían al padre de la princesa, que era un mago.
Y se montaron en el pájaro grifo y éste los llevó sobre el mar Rojo, y cuando
estaban en medio de él ella dejó caer la nuez. Inmediatamente creció un gran nogal y
el pájaro descansó en él, y luego los llevó hasta su casa, donde encontraron a su hijo,
que se había hecho grande y hermoso, y a partir de entonces vivieron felices hasta el
fin de sus días.

No hay comentarios: